En nuestra
parroquia contamos con unos feligreses muy especiales. Serían los predilectos
de Jesús y por tanto deben serlo también de la parroquia. Son los más débiles, los enfermos que están en casa o
en alguna de las tres residencias: La de mayores “Hermanas Fidalgo”, la de
ASPACE y la de enfermos de Alzheimer.
Ayer día tres
celebramos el funeral para pedir por el eterno descanso de Cándido, uno de los residentes de La residencia de
mayores "Hermanas Fidalgo". Cándido y su mujer Sofía tienen también su casa en nuestra parroquia.
Por la tarde celebramos la Eucaristía y la
bendición de las gargantillas de San Blas. No sabemos qué entienden, pero sin
duda a muchos de ellos les vendría a la cabeza escenas de su infancia y
juventud cuando vivían esta tradición de las gargantillas de San Blas. En la
Eucaristía participaron algunos familiares con visible emoción. Y los enfermos
participan como pueden. A veces repiten frases. Ayer uno de ellos se quedó con “Señor
ten piedad” y lo repitió largo rato. Algo le sugeriría. Es un misterio, pero
ahí están. No nos olvidamos de ellos porque es imposible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
GRACIAS POR COMENTAR