CASI TODO ESTÁ DICHO Y VISTO.
El próximo domingo día 9 haremos la colecta para Los proyectos de Manos Unidas en las Eucaristías.
En los centro escolares se realizará como otros años "la Operación Bocata".
DOS PARÁBOLAS O CUENTOS PARA PENSAR:
Primero: Parábola de Josué de Castro.
Pregunté a los hombres: ¿Qué lleváis envuelto en ese fardo, hermanos?
Y ellos me contestaron: “Llevamos un cadáver, hermano”.
Así que les pregunté: ¿Lo mataron o murió de muerte natural?
- “Lo que preguntas tiene difícil respuesta,
hermano. Pero más bien parece haber sido un asesinato”.
- ¿Y cómo fue el asesinato? ¿acuchillado o con bala,
hermanos?, les pregunté.
- No fue un cuchillo, ni una bala, ha sido un
crimen mucho más perfecto, un crimen que no deja huella alguna.
- Entonces, ¿cómo lo han matado? Pregunté.
Y ellos me respondieron con calma: “A ESTE HOMBRE
LO HA MATADO EL HAMBRE, HERMANO”.
Josué de Castro.
Segundo.-
Marcos y Mosés.
Marcos
nació en una familia de siete hermanos. Su madre tuvo un parto difícil, pero
gracias a la ayuda médica nació sin ninguna tara.
Mosés
también tiene siete hermanos. Durante el embarazo, su madre tuvo problemas y él
nació con un pulmón oprimido que ahora le impide respirar con facilidad.
Mosés nació
ayudado por su tía y su abuela, expertas ganaderas.
Marcos
disfruta de una alimentación sana y equilibrada. Come verduras, carne, pescado, hierro, fósforo, hidratos de carbono... A Mosés se
le cayeron los dientes debido a la desnutrición.
La comida
preferida de Marcos es el pollo, y el jamón serrano. Mosés no lo ha probado
nunca, pero seguro que le gustaría.
Marcos
tiene un abrigo de cuadros para los días de frío. Mosés tiene más suerte,
porque en su país casi nunca hace frío y no necesita ropa. Es una suerte doble,
porque aunque la necesitara tampoco la tendría.
Marcos sale
de su casa para ir a jugar al parque y dar un paseo. Mosés siempre está fuera
de casa. Marcos no conoce a su padre y no sabe dónde está.
Marcos
tampoco lo conoce, pero sabe que murió en la guerra, aunque no contra quién
luchaba.
Marcos no
irá nunca al colegio ni aprenderá a leer. Mosés tampoco.
La
esperanza de vida de Marcos es de unos 20 años. La de Mosés es mayor, pero
él quizá no llegue a cumplir los 20.
Marcos es
un setter irlandés. Mosés, un niño africano.
Por Carmen Posadas
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