COMENZAR EL NUEVO AÑO...

Después de un paréntesis en nuestra actividad cotidiana, durante el cual hemos disfrutado de la familia, de los regalos, de un ambiente festivo, más solidario y alegre que el habitual, afrontamos la llegada de un nuevo año, con nuevos retos, pero también con ilusión renovada, nuevas energías para luchar por aquello que queremos en nuestra vida. Esta energía, este espíritu de superación, nace del Señor, que ha venido como un Niño a nuestra Historia, para quedarse ya siempre con nosotros. ¡Cómo no nos va a llenar esto de alegría, de esperanza, de ilusión! Una vez pasado el fogonazo inicial de la Navidad, la Iglesia, a través de la liturgia de estos días de Tiempo ordinario, nos invita a profundizar en la presencia de Dios en nuestra vida. No dejemos apagar la brasa que nos queda después de estas fiestas, la brasa de la Fe, que ha de seguir infundiéndonos todos los buenos sentimientos del Señor, que nos ha de seguir iluminando el camino que Dios quiere para cada uno de nosotros. Que en este año 2016 el Señor nos de paz y serenidad para aceptar los problemas de cada día, luz para solucionarlos de la mejor manera posible, valor para mejorar lo que tengamos a nuestro alcance, y mucha alegría, para transmitir a todos que Dios está con nosotros. 

Esta semana comienza la actividad parroquial con normalidad, la catequesis de preparación a la Comunión (Martes, miércoles y jueves a las 6 de la tarde), la Misa de las Familias (el Domingo a las 11'30 de la mañana), la Lectio Divina (el Jueves a las 7'30 de la tarde), etc. Contamos con todos vosotros para hacer de la parroquia la casa de todos, una gran familia.