Pues sí, Este II
Domingo de Pascua ha amanecido con un sol esplendoroso, como
adelantándose a las alegrías que íbamos a vivir. Hemos esperado con
ilusión y esperanza este día de la toma de posesión de Matías como
nuevo canónigo de la S.I.B. (Santa Iglesia Basílica) Catedral de
Salamanca. Es el cargo de más alta dignidad dentro de la iglesia de los
compañeros con los que hemos compartido nuestra formación, a excepción,
claro está, de don Julio Parrilla, Obispo en tierras latinoamericanas.
La Gaceta de Salamanca, único periódico de
papel de la ciudad, se hacía eco desde sus páginas de la toma de posesión de Matías,
sacerdote diocesano, como canónigo de la Catedral de Salamanca tras
la misa capitular en la Catedral Nueva.
Lo que escribo lo hago
desde mi propia perspectiva, desde mi propia mirada y por eso resalto lo que a
mí me gustó más o me llegó más al alma. Es por tanto una visión subjetiva,
parcial e incompleta de lo que vivimos ayer por la mañana. No obstante intentaré
ser lo más objetivo posible.
La misa y ceremonia
posterior se celebraron en el recinto cerrado y reservado junto al altar mayor
y el coro de la catedral. Las invitadas e invitados iban apareciendo con
sus mejores galas y reflejando todos en sus caras una gran sonrisa. Las
personas de nuestro grupo y asociados que pudimos asistir fueron los
siguientes: Fernando Domenech (que fue uno de los
concelebrantes);Fernando Mateos; Mariano Martín Procopio con Pura Reyes,
su esposa, y su hija; Miguel Reyes y Muski con sus hijos, Eneko y
también su hija (por cierto embarazadísima); José Luis García y
Ángela; Germán Payo con Susan, su esposa;Jesús Dorado y
esposa; Sergio García Becerra y su hermano, Jose; Celso
Redero, Fidel Iglesias y Modesto Berciano. Que las mujeres de mis
amigos fueran elegantes y bellas no me parece raro, pero nunca había visto yo a
tantos compañeros con traje y corbata, bueno a todos con traje y corbata menos
a Germán Payo, que iba sin corbata y con una trenca roja, como corresponde a
alguien que no es muy amigo de estas convenciones sociales y además está más
cómodo entre riscos y canchales que embutido en un traje. Y por cierto, que
todos nos quejamos de la rasca que hacía en la catedral, supongo que Germán fue
el que estuvo más cómodo.
Entre los más de
doscientos asistentes se encontraban representantes de las parroquias de Fátima (anterior
destino), de su parroquia actual de Nuestra Señora de Lourdes, de
la J.E.C. (Juventud Estudiante Católica) de la que Matías es
Consiliario, de la Residencia de enfermos de Alzheimer, de la de Fidalgo Morales
... Seguro que no cito a representantes de otras organizaciones con las que Matías
ha trabajado o tiene una relación actualmente.
Concelebraron unos
ocho o diez sacerdotes acompañados de un diácono y varios acólitos (entre ellos
una mujer, cosa rara por estos pagos). Además había un acólito de color, de la Orden
de Marianhill (misioneros en países de África, sobre todo y cuya
residencia de teólogos está junto a Fátima y que colaboran
tanto con Fátima como con Lourdes) Además había
varios religiosos "Legionarios de Cristo" con
su elegante y riguroso traje a los que también pastorea Matías pues
su Edificio de Formación está cercano del área de influencia
de Nuestra Señora de Lourdes. Presidió la Misa don Casimiro
Muñoz, canónigo archivero y vicario judicial de la diócesis y además
secretario capitular. Es además el padrino de Matías en
esta nueva dignidad.
La misa fue "comm'
il faut", es decir, cantada, con mucho boato y solemnidad,
con el turiferario moviendo su incensario y expandiendo el perfume del
incienso a diestro y siniestro. La música de los buenos órganos barrocos
resonaba con contundencia y buen gusto, aunque en ocasiones el organista
se las veía y se las deseaba para adivinar la tonalidad en la que el oficiante
iniciaba a capella una parte cantada que los feligreses debíamos
responder en el mismo tono. Pero casi siempre la intuía con mucho
oficio, lo que para mí siempre ha denotado un excelente oído musical. Las
canciones que cantamos las teníamos en un programa de mano. y nos retrotrayeron
a nuestros años juveniles: Lucien Deiss, Palazón, el famoso "Regina
caeli laetare alleluia..."
La homilía fue corta,
como correspondía a una ceremonia tan larga, pero bien estructurada
e instructiva. Felicitó a Matías y explicó en breves frases los
compromisos establecidos por la nueva función de canónigo.
Finalizada la misa los
oficiantes, en solemne procesión se dirigieron a la sacristía para revestir a
Matías con sus nuevos hábitos de canónigo, hacer una profesión de fe y un
juramento de guardar el secreto de las deliberaciones que adopten en el cabildo
catedralicio.
Esperando el regreso
de Matías revestido ya con su nuevo atuendo los feligreses nos fuimos
acercando e introduciendo en el coro mientras don Luis
Dalda Gerona, catedrático de Órgano y Director del Conservatorio Superior
de Música de Salamanca interpretaba:
* "Preludio
al "Te Deum" de José Elías
* "Gallardas
del III tono" de J.B. Cabanilles
* "Batalla
del VI tono" de José Jiménez
En el programa de mano
se podía leer: "Rogamos guarden silencio durante el recital.
Gracias". Pero eso no se cumplió. Como la vuelta de Matías y
los demás canónigos tardó unos cuantos minutos en producirse, la gente
habló y habló, pues era el momento de encontrarse con amigos y conocidos, el
instante de los besos y abrazos, así que no presté demasiada atención a la
música.
Los once canónigos
volvieron en procesión al coro para asignar a Matías su
sitio en él. Fue la primera vez que le vimos revestido con su hábito
canongil:
Pura, al verlo aparecer, dijo:
- Oye, pues le
queda estupendamente, le queda ni que pintado.
Mientras dos
organistas, Francisco J. Udaondo, titulado superior de órgano
y organista titular de la parroquia de Ntra. Sra, de Lourdes y David
Fernández Guerra, titulado superior de órgano también y profesor
de música del IES "Calisto y Melibea" de Santa
Marta de Tormes (donde Matías impartió Religión,
interpretaban "Sonata a dos órganos" de G.
Piazza.
Delante del sitial que
le había sido asignado, y ya sentado Matías en él,
se produjo la aclamación de su padrino mientras los dos órganos barrocos
tocaban "Voluntary"de G.F. Haendel. Acabada
entonces la ceremonia don Casimiro inició los aplausos que
impidieron escuchar la buena música que era interpretada por los dos
buenos organistas. No creo que estuvieran muy contentos con el ruido y las
conversaciones, pero la gente tenía ganas de abrazar y felicitar a Matías,
José Luis, al ver el sitio que
le había sido asignado a Matías, dijo:
- Coño, le ha tocado
en una esquina, con los sitios que podían haberle tocado...
Matías me preguntó cuando
llegó hasta donde yo me encontraba:
- ¿Te ha gustado el
recital? Es que los organistas son buenísimos.
- Pues ni me he
fijado, Matías, me he pasado todo el tiempo saludando a unos y otros, le dije.
- Pues no les gusta
nada, como es normal, que se hable mientras tocan.
Y alguien dijo:
-El organista y
otra persona que estaba a su lado no hacían más que mirar hacia abajo, con cara
de reproche.
- Pues que nos
perdonen los organistas en esta ocasión, añadí.
Era el momento de
abandonar la Catedral nueva y dirigirnos a una de las salas
capitulares de la Catedral vieja donde habían dispuesto unas
mesas con múltiples viandas, que excedían con mucho lo que decían los
papeles: un pequeño refrigerio.
El grueso de lo
expuesto en cada mesa lo componían: jamón, lomo, queso, empanada, queso,
tortilla, langostinos, pastelillos... que podías regar con vino o
refrescos. A pesar del entusiasmo con el que iniciamos el refrigerio al
final aún quedaba muchísimo género sobre las mesas. Supongo que Matías habrá
dispuesto recoger lo sobrante y donarlo a alguna institución.
Fidel para reservar la
mesa para nuestro grupo escribió en una servilleta: S.D.B., pero la D no
estaba bien perfilada por lo que parecía una O.
Cuando Susan vio
las iniciales se le pusieron los ojos a cuadros porque creyó ver SOB en
lugar de SDB; y es que SOB es una abreviatura americana
que se utiliza cuando no se quiere decir una expresión soez: Son Of a
Bitch. (Hijo de puta) Y pensó:
- Estos tipos siempre
están con guasa y cachondeo, pero creo que en esta ocasión se han pasado.
Hubo que explicarle
que no era un O sino una D y que SDB significa: "Salesianos
Don Bosco".
Cuando Matías pudo
acercarse a nuestra mesa y hacernos unas fotos. aún revestido con su
atuendo y el bonete de canónigo alguien preguntó:
- Oye, Matías, y esto
quién lo paga?
- Pues yo,
naturalmente.
- ¿Tú? ¡Pero si esto
te habrá costado un ojo de la cara!
- Para eso está el
dinero.
- Jopé, Matías...
Y Matías,
con una sonrisa picara, concluyó: - He ido ahorrando por si llegaba este
momento...
En un momento me topé.
entre el gentío que se arremolinaba en torno a las mesas con don Santos y don
Miguel, párrocos jubilados hace un par de años de las dos parroquias
hermanas, Fátima y San Mateo. Santos me
dijo:
- Está bien que se
elija a gente joven que rejuvenezca la institución y traiga nuevas ideas.
Jesús Dorado se pasó el tiempo
invitándonos a que visitáramos su casa de San Martín del Castañar, en
la sierra salmantina, donde pasa algunas temporadas, bien mejorando
o ideando belenes bien atendiendo su huerta. Nos decía que es un lugar precioso
y paradisíaco. Además Jesús apoyaba su invitación con estas
palabras.
- Además que es una
casa cuyo alquiler pago todo el año y hay que amortizar su utilización. Así que
venid cuando queráis y los días que necesitéis.
Fernando Mateos no se encontraba bien.
Durante la misa estuve a su lado y ya me explicó que tenía un buen trancazo (no
dejó de toser y sonarse la nariz), de modo que una vez finalizada la misa se
marchó a casa porque con el frío dijo que estaba gélido. Por eso no aparece en
las fotos, pero doy fe de que estaba muy elegante también.
Matías nos dijo que, aunque
aún es novicio durante un mes, debe participar ya todos los domingos en la misa
capitular precedido del rezo de Laudes y Tercia, por lo que
no podrá decir la misa de 11.30 en su parroquia de Lourdes. Nos
dijo que ve incomprensible que siete u ocho curas estén en una misa en la
catedral los domingos cuando andamos tan escasos de curas hasta el caso de que
hay algunos que atienden hasta seis o siete pueblos. Matías no
quiere de ninguna manera abandonar su trabajo pastoral. De modo que la
situación pudiera variar o al menos va a ser considerada.
La gente empezó a
marcharse y nosotros salimos también por la Puerta de los Carros,
donde nos hicimos las últimas fotos, ya con Matías vestido
de paisano. Hacía una mañana esplendorosa y nos fuimos unos cuantos por la
calle la Rúa hacia la Plaza Mayor caminando
tranquilamente, admirando los foráneos la monumentalidad de la zona y la
calidad de vida que se respiraba en la ciudad. En la plaza nos tomamos un café
sentados en una terraza y acariciados por el solecito que ya empezaba a
calentar. En la plaza estuvimos Mariano y Pura con
su hija, Miguel con su familia, Germán y Susan,
José Luis y Ángela, Fidel y yo.
Hacia las dos y media
nos despedimos y Germán, Susan y yo acompañamos a José
Luis y Ángela a recoger su coche, que tenían aparcado a pocos metros
de la Plaza. Y una vez se fueron, los tres regresamos a nuestras casa caminando
tranquilamente.
Fue una mañana
fantástica e inolvidable, llena de felicidad. Por eso queremos
haceros partícipes a todos de nuestra alegría.
Antonio Tavera Sánchez
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